Materiales tóxicos: El amianto y su relación con el fibrocemento

Materiales tóxicos: El amianto y su relación con el fibrocemento

También conocido como asbesto, el amianto es una especie de fibra natural ampliamente utilizada en diversos sectores como el industrial , la construcción y fabricación de productos con enorme consumo.

La palabra amianto proviene de la voz latina “amiantus” que significa incorruptible. Mientras que la palabra asbesto tiene su origen en la voz griega “asbesto” que significa incombustible. Ambas definen el elemento fibroso compuesto de productos naturales como los meta-silicatos de magnesio o los de hierro.

El amianto lo conseguimos en diversas variedades, pero, las más utilizadas dentro de la construcción es el amianto blanco (crisotilo), el amianto marrón (amosita) y el amiento azul (crocidolita). Su presentación es un conglomerado de muchísimas de fibras pequeñas con la capacidad de separarse fácilmente. Además, son deleznables, por lo tanto, también se quiebran fácilmente en miles y miles de fibras microscópicas (inferiores a 1 mm). Y es precisamente en estas características, el ser deleznable y sus microscópicas fibras, dónde se encuentra el elemento clave para su alta peligrosidad. Puesto que, en el aire pueden estar billones de sus partículas y ser completamente imperceptibles si no empleamos algún método analítico.

Un agente cancerígeno

En cualquiera de sus variedades el amianto posee excelentes propiedades térmicas y acústicas, es un buen aislante y se caracteriza por ser incombustible. Además, presenta una enorme resistencia ante altas temperaturas, ante el paso de energía eléctrica, a la presencia de microorganismo y ante la abrasión. Son muchas las propiedades del amianto, propiedades que lo llegaron a posicionar como un material de enorme utilidad dentro del sector químico industrial, así como en la construcción.

Fue en el 1880 cuando se produjo la explotación moderna del amianto. Luego de allí, este material tuvo un uso intenso a lo largo del siglo XX. Para España su uso llegó a lo más alto entre el año 1960 y el 1984.

Durante el tiempo que se utilizaba el amianto se dio a conocer lo riesgoso que significa inhalar sus fibras. Así que, de forma lenta, se ha estado prohibiendo su uso en diversos sectores. En el 2002 se hizo efectiva en España la norma que prohíbe tanto la fabricación como la comercialización del último tipo de amianto (crisotilo).

En Estados Unidos, la Enviromental Protection Agency tiene al amanto clasificado como el agente conocido más cancerígeno. Y en la ley de España está definido con un agente cancerígeno con categoría 1, es decir, es cancerígeno en los seres humanos. Luego de aplicar la directiva 1999/77/CE a través de la O.M del 7/12/2001, queda prohibido en todo el territorio español tanto la producción como la comercialización y el uso de cualquier material que contenga amianto.

Cuáles son los riesgos del amianto a nuestra salud

El amianto se encuentra asociado a enfermedades como el cáncer de laringe, colón rectal, gastrointestinal, la asbestosis y hasta cáncer de pulmón. También se asocia a otras enfermedades del pulmón como la Mesotelioma a nivel pleural y a nivel peritoneal.

El amianto es un material cuyas fibras se comportan en el aire de manera distintas a cualquier otra partícula. Por esto, es que su incidencia en la salud humana tiene como entrada las vías respiratorias. Las fibras que poseen un diámetro menor a las 3 micras tienen la capacidad de penetrar profundamente hasta llegar a los bronquíolos.

Otras de sus características peligrosas son la rigidez y la configuración que presenta. Incluso hasta la indisolubilidad es una de las propiedades de enorme importancia que se debe tener presente.

El amianto puede generar cuerpos asbestosicos dentro del tejido del pulmón, una consecuencia del proceso inflamatorio por la interacción de la fibra de amianto y los macrófagos. Destacando que los macrófagos constituyen la última barrera defensiva que posee nuestro organismo. Luego de la aparición de cuerpos asbestosicos los expertos indican que aparece el cáncer.

Como el amianto es un agente cancerígeno, realmente no hay una concentración que sea segura para exposición del ser humano. Por esto, lo único seguro que existe es tener una exposición cero.

Para que aparezcan los síntomas de la enfermedad pueden transcurrir hasta 30 años desde la primera exposición ante el amianto. Actualmente están mostrándose los efectos causados por la exposición durante el pasado. Como ejemplo tenemos que en Gran Bretaña se mueren anualmente 3 mil personas a causa de exponerse ante el amianto durante el pasado.

El fibrocemento

El material fibrocemento llegó a ser muy utilizado en la construcción. Está constituido por un 12% de amianto disperso en una base cementosa que representa el 82%, más los aditivos que constituyen el 6%.

El fibrocemento puede liberar las peligrosas fibras del amianto hacia el ambiente cuando se rompe la placa o al degradarse la misma. Debido a esto, el fibrocemento es considerado un material compuesto de amianto nada fiable.

Son muchos los productos que llegaron a fabricarse con asbesto. Por ejemplo, está presente en tuberías, persianas, tejas para cubierta, rejillas, depósitos, elementos destinados a la jardinería, ciertos elementos para la decoración. Así como las placas onduladas o lisas con cubierta de uralita. En España, específicamente en Catalunya, existe actualmente un total de 4,3 millones de toneladas de asbesto instalados en diferentes productos.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *