Cómo reconstruir un tejado… y de manera económica

Cómo reconstruir un tejado… y de manera económica

En esta nueva oportunidad te mostraremos como reconstruimos un tejado. Hacia el sector de Castilla el sistema convencional para los tejados consiste en la colocación sin escuadrar de las vigas y los cabios. Sobre ellos va la ripia, un conjunto de ramas, tablas viejas o astillas. Más arriba se coloca como especie de aislante la paja y tierra. Después, como cobertura final van las tejas

Este sistema presentaba ciertos problemas. Uno de ellos es que la tierra que servía como aislante y cama a las tejas se caía constantemente. Por esto se instalaban cielos rasos. El otro problema es que la paja servía de nido a pájaros y ratones, por lo que las tejas permanecían levantadas.

Actualmente, cuando esas casas se someten a un proceso de restauración se procede a quitar toda la base y cubierta del techo. Esto incluye desde los cabios y vigas hasta las tejas, tierra, tierra, paja, tablas y ramas. Para restauración del techo se instala madera de manera escuadrada y sobre ella van tablas. Luego se coloca el material aislante en forma de placas. Se procede a impermeabilizar con un producto transpirable y finalmente se instalan las tejas.

Reconstruyendo un tejado

Un propietario del lugar necesitaba arreglos en su techo. Para eso solicitó el presupuesto a un equipo de albañiles. Ellos calcularon e incluyeron el coste de desmontar base y cubierta de techo, el coste del material nuevo y su traslado, más el precio de la colocación de la capa de hormigón. Se percataron que el sistema de muros de a vivienda no presentaba la resistencia para aguantar la carga que representaba el nuevo techo. Por esto, hicieron la propuesta de construir, en el eje central de la vivienda, un pilar en hormigón armado. Este pilar con cimento propio sería el encargado de soportar el peso de la reconstrucción.

Luego nuestro equipo puso manos a la obra.  Se percataron que era una verdadera pena tener que  cambiar la sabina del vigamen por un pino nuevo. Es que en Soria es costumbre que la madera del vigamen sea sabina. Esta es una madera hermosa, no agarra polilla ni llega a pudrirse. Así que se buscó otra solución.

También se consideró el salvar el desnivel entre los cabios. Para esto se instalaron tablas en espiga entre los cabios. La tabla se trató mediante la inmersión en el agua a 30°Cy luego en agua a igual temperatura pero saturada en tetraborato sódico (sal de bórax). Este punto de la saturación se obtuvo con un 4% volumen del agua, lo que representaría aproximadamente un cubo con agua caliente más una taza con bórax. Las tablas se dejaron secar y después les aplicaron 2 capas de una mezcla típica de la zona: aceite de linaza, pimentón picante y aguarrás.

Para colocarlas en el techo se tuvieron que cortar las tablas con las medidas exactas. En este trabajo participaron 2 personas, una realiza las mediciones y las clavaba, la otra realiza los cortes. No se utilizó ningún tipo de herramientas eléctricas, todo el material se cortó con sierra japonesa. Realmente no hubo retraso, la velocidad no afectó en nada, aunque, sí causó mayor desgaste físico. Nuestro equipo está orgulloso de haber reconstruido el techo solo a mano, pero para una nueva oportunidad elegirían utilizar una sierra eléctrica circular.

Los rastreles

Al instalar las tablas, por debajo se disimulan perfectamente cualquier desnivel, pero en la parte de arriba debe seguir instalándose elementos. Así que, se utilizaron los hilos con el fin de definir el nivel deseado para el aislante. Con estas líneas definidas se procedió a hacer los rastreles de la cubierta. En un 1er tejado se hicieron rastreles con arena arlita y cal, mientras que en el 2do tejado se hicieron con la vermiculita. En ambos casos, los materiales se comportan muy similares tanto en el resultado como en el coste.

El fin que se buscaba era construir una especie de capa aislante, pero con la modalidad de verter la mezcla in situ. De esta forma la capa aislante logra adaptarse a cualquier desnivel, además de mantener una superficie plana y firme para colocar las tejas e incluso pisarla. Una de las posibilidades era crear un mortero de corcho granulado, d termita o de arlita. Pero decidimos probar con la paja. Una capa aislante hecha de paja es uno de los sueños prácticamente inalcanzable en el área de bioconstrucción. Aún así, nuestro equipo quiso conseguir esa meta soñada.

Fueron muchas las pruebas realizadas y finalmente se llegó a la dosificación de la siguiente mezcla:

  • Agua: 8 litros
  • Cal en pasta: 30 litros
  • Arena de río: 10 litros
  • Paja: toda la que se necesite

Para el 1er tejado la mezcla de cal se realizó partiendo del hidróxido. Para el 2do tejado fue partiendo del óxido. El proceso de apagar la cal resulta un trabajo algo peligroso, además debe ser realizado por especialistas. Realmente no es recomendable para los autoconstructores, aunque, ciertamente se disolvía mejor la mezcla del óxido.

Cómo fue el procedimiento

Utilizando gafas de seguridad y guantes largos para la protección se realizó la mezcla manualmente. Primero se batió la cal con el agua con la ayuda de un taladro. Luego se agregó la arena y por último la paja. La mezcla resultante se depositaba en cubos para subirla hasta el tejado, y allí, entre los ya existente rastreles, se vertía y nivelaba con la ayuda de una regla metálica.

Al paso de una semana esto ya se encontraba totalmente seco para soportar el paso. Y aunque para pisar en las áreas de mayor tráfico fueron puestas tablas, realmente no eran un elemento imprescindible. Entre los materiales que se emplearon no se incluyó al cemento, puesto que genera un puente térmico.

Por otro lado, en el 2do tejado se debía tejar sobre el ábside, algo que significó un dolor de cabeza. En el momento de colocar las tablas no se tenía idea desde dónde se podía empezar. Primero deseábamos ubicarla de manera radial, con el inconveniente que, al iniciar en el punto central se debe empezar con el pequeño triángulo en madera, un sistema fácil para desviarnos. Pero, si iniciábamos desde un extremo, el caso empeoraba aun más. Tomando en consideración todos los puntos de vista, se decidió empezar el trabajo en el centro para luego colocar tablas tanto hacia el punto central como hacia la parte externa.

Finalmente, llegó la hora de colocar las tejas. Se hizo un frente tipo abanico más 1 cornijal a cada lado, tomando la misma orientación que tiene las aguas de este tejado. Podemos decir que la reconstrucción del techo quedó perfecta.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *